Desde el momento en que vimos a Yirel y Miguel el día de su boda, no podían hacer otra cosa más que sonreír. Y esa alegría que irradiaban se mantuvo hasta el último momento de la fiesta. Todos los que participamos de la misma quedamos envueltos en la diversión que se vivió en la celebración.
Para nosotros en lo personal, fue muy lindo ver a Miguel tan emocionado y extrovertido, ya que en la sesión preboda no habíamos visto esa parte de él. Ambos disfrutaron hasta más no poder su gran día.
Viendo nuevamente las fotos, recordamos como si fuera ayer lo genial que la pasamos. Espero que ustedes, a través de estas fotos, puedan captar la felicidad de ese día.