Sus primeros contactos fueron únicamente telefónicos. Se conocieron por medio de unos amigos en común, pero a los 15 años no era que pudieran o les fuera fácil frecuentarse tanto. No estaban en la misma escuela y no vivían cerca.

En una de esas conversaciones, Karla lo invitó a la feria de su escuela para que visitara el stand de su promoción que, trataba de la amistad y matrimonio. Le dijo que si iba se casaría con él. Ricardo asistió, pero lo “casaron” con otra compañera que gustaba de él. A pesar de que dejaron de hablar por años, él se lo reclamó tiempo más tarde cuando en la universidad, sus vidas se volvieron a juntar y comenzaron a salir.

Al final no fue mentira lo que Karla le prometió, él fue al stand de la feria y hoy les estoy compartiendo las fotos de la boda (y una boda de verdad jeje), que por cierto quedó pre-cio-sa! Todos sus familiares y amigos la disfrutaron muchísimo y los nuevos esposos no se quedaron atrás.

A Karla (Lita para mí), la conocí de una manera diferente. Nuestro gusto en común por Harry Potter juntó nuestras vidas y, gracias a esto, tengo muchos recuerdos mágicos de mi adolescencia. Cuando me comentó que quería que cubriéramos su boda me emocioné mucho y desde ese entonces ya me imaginaba contando nuestras historias no aptas para “muggles” en el blog, pero a las finales preferí limitarme a un lenguaje normal y hablar sólo de esta bella pareja. Aquí entre nos soy una “potterhead” ;).

Karla y Ricardo, espero que Dios bendiga su unión. Sin dudas están destinados el uno para el otro por lo que estoy segura que, esta nueva etapa que comienzan, estará llena de hermosos momentos.

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