La noche antes del Ironman (donde David participaría), Cara, su familia y amigos estaban reunidos cenando y organizándose para la carrera. Justo antes de acostarse, Cara y David sorprendieron a todos con la gran noticia de que querían casarse.
En cuestión de segundos, cambiaron de planear la logística de la carrera, a lágrimas de felicidad, acompañadas de abrazos y champaña para celebrar (la emoción hizo que casi no pudieran conciliar el sueño). Unas horas más tarde, la familia de David compartió la noticia con el animador de la carrera y todo el grupo de triatletas participantes, escuchó el mensaje. David triunfó en su carrera, que tomó casi 16 horas para completar y fue otra razón más para celebrar.
Unos meses después de comprometerse, David le regaló el anillo a Cara. Este anillo fue diseñado por ella, en una empresa de joyería especializada en adquirir metales y piedras, por métodos éticamente sostenibles y con el mínimo daño al medio ambiente. También le consiguió una bicicleta de compromiso, para que combinara con el brillante de su anillo (Cara ya era una maratonista y le enseñó a David a correr).
Por otro lado, el de David tiene la inscripción que dice “Cuerpo de Paz”, que fue dónde su historia comenzó.
Cara y David se conocieron en el altiplano de Guatemala, en el departamento de Huehuetenango. David ya era un voluntario de Cuerpo de Paz experto y Cara estaba entrenando para ser voluntaria. Para su fortuna y gran coincidencia, el grupo de David era el responsable para capacitar al grupo de Cara.
Dicho en sus palabras, a Cara le llamó la atención la actitud profesional pero divertida de David, su español fluido y su altura. A David le llamó la atención la habilidad de ella para mantenerse despierta a lo largo de su presentación, mientras que los demás en su grupo empezaron a quedarse dormidos tras un largo viaje desde la capital.
David le ofreció acompañarla los fines de semana para así ayudarla y orientarla en lo que necesitara. Cara pensó que David solo era muy educado y que no había chance que ella le gustara. David pensó que Cara estaba siendo amable y que no había chance que ella gustara de él (ojalá hubieran podido leer la mente del otro antes, jeje).
Nunca pensaron que la clave para enamorarse era corretear 80 niños rebeldes quienes nunca habían estado en un ambiente de campamento antes, coordinando lecciones, canciones y proyectos de arte. Después de esa semana tan diferente y de seguro divertida, Cara y David se hicieron novios.
A pesar de que tuvieron que vivir en dos países distintos por año y medio (ella en Estados Unidos y él en México), después del Cuerpo de Paz, su relación se mantuvo firme y fue creciendo cada vez más.
Finalmente David se mudó a Washington, sin saber lo que les depararía este cambio tan grande en sus vidas, pero al final todo resultó ir de bien en mejor.
Cuando decidieron casarse, no querían esperar más de un año para poder estar legalmente unidos. Por esta razón, frente a sus padres, hermanos y algunos familiares y amigos, se casaron en Washington en una ceremonia íntima.
Sintieron mucho alegría al tener la oportunidad de compartir con algunas de las personas más importantes de sus vidas, pero les faltaba algo para hacer que su matrimonio se sintiera “verdadero”: celebrarlo con su familia y amigos en Panamá.
El Canal de Panamá une dos océanos, acorta distancias y es una de las maravillas del mundo.
Así mismo fue el lugar perfecto para unir a dos personas en matrimonio, acortar distancias entre familiares y amigos (de todas partes del mundo) y celebrar una fiesta maravillosa para los nuevos esposos.
Planear una boda para una pareja que es de países distintos y con familias enormes, no es una tarea fácil.
En mi caso, coordiné con Cara todo vía Skype, por email y contacto con su suegra y su tía. Unos días antes de la boda, tuve la oportunidad de reunirme con ellos, aunque debo decir que sentí que los conocía desde siempre.
Con una pareja que se ama, invitados emocionados y un lugar de película, no era para menos que todo saliera perfecto. Cara y David no dejaban de sonreír, bailar y abrazar a sus seres queridos.
Aunque tuvieran que traducir cada cosa que decían, para que nadie se quedara por fuera, todos disfrutaban como la nueva gran familia que son.
Cara y David, muchas gracias por permitirnos formar parte de uno de los muchos días especiales, que de seguro tendrán en esta nueva etapa que inician.
Que el amor que se sienten siga creciendo cada día más, que esa dedicación y cuidado por el prójimo siempre esté presente y que su vida sirva como ejemplo a todos los que en algún momento crucen su camino.
2 respuestas
Thank you for sharing your joy with us. Love, Auntie Barbara and Uncle Lloyd
Hola, revisando m Dropbox encontré que tenía acceso a una carpeta con unas canciones y me dio curiosidad porque no recordaba de que era y googlié Ycara David y me salió este link y wao, no recordaba este maravilloso evento y quería enviarles un gran saludo. Espero que este matrimonio siga de solido y feliz como desde el primer día.
Fue un honor ser el DJ de esta boda!
Feliz 2024