Después de mucho planificar, el gran día había llegado y empecé a tomar las fotos durante el arreglo de la novia. En ese momento Kereris comenzó a contarles a los que estaban allí que ella nunca hubiera imaginado que iba a ser yo la fotógrafa de su boda, ya que me conoció cuando yo apenas tenía tres años y medio, bailando en el mismo conjunto típico al que ella pertenecía (obviamente yo estaba en el infantil jeje).
Fue una noche muy emotiva, los sentimientos estaban a flor de piel. Claramente podíamos notar el amor que ambos se tienen.
La boda estuvo llena de muchas sorpresas (verdad esposos Cuéllar? jeje) pero nada evitó que la noche fuera lo especial que tenía que ser.
Muchas gracias a ambos porque más que su fotógrafa, me hicieron sentir parte de sus invitados y ni hablar de lo lindo que me hicieron sentir cuando al día siguiente a primera hora de la mañana recibí su emotivo email de agradecimiento.
3 respuestas
Hermosas fotos 🙂
ME Encanta
Cuando Me Case Te Contratare A Tí xD
Que lindos me hicieron llorar…. Cuando me case tambien te contrato jejejejeje. Gran trabajo!