Ana Gabriela y Jesús tienen una de esas historias en las que el destino parece mover todo para que, tarde o temprano, te encuentres con la persona que está destinada para ti.
Se conocieron en la universidad, aunque ya sabían que eran nuevos vecinos, separados solo por unas cuantas casas. Y es que, cuando algo es para ti, todo se alinea de manera perfecta.
Son una pareja que irradia serenidad. Sus gustos se complementan y juntos se embarcan en nuevas aventuras, como aquella vez en que Jesús le pidió matrimonio a Ana, rodeados de la naturaleza que tanto le encanta, durante un viaje a Pennsylvania.
Uno de los detalles que más me gustó fue la imagen de Jesús conduciendo su auto con un letrero que decía “¡Nos casamos!” y globos blancos ondeando al viento. Como en una película, fue divertido y memorable.
El cariño de sus seres queridos se sintió en todo momento; amigos y familiares celebraron su unión con alegría, compartiendo risas, canciones, y bailes. Fue una celebración verdaderamente hermosa.
Ana y Jesús, les deseo toda la felicidad del mundo. Gracias por permitirnos ser parte de este día tan especial y por confiar en nosotros para capturar estos momentos para siempre.
Aquí les dejo algunas fotos de ese día inolvidable. ¡Espero que las disfruten tanto como yo!




































