Una hermosa tarde de verano fue el preámbulo perfecto para el evento que iba a acontecer, esa noche del 31 de enero.

Entre la brisa, el mar y la compañía de sus familiares, Zuly y Ariel se arreglaban para verse horas más tarde y darse el “sí, acepto”, después de cinco años de un hermoso noviazgo. 

Uno de los invitados más importantes de esta celebración, fue este hermoso bebé, Ariel, fruto del amor que esta pareja se tiene.

Fue el centro de atención en más de una ocasión. Robó las miradas de todos los invitados y cómo no hacerlo, luciendo tan guapo y coqueto en su traje (que aquí entre nos, no fue nada fácil de poner ).

Aprovechamos el atardecer para hacerle una breve sesión a Zuly, antes de la ceremonia, quien lucía más que espectacular en su vestido de novia. 

La emoción de ambos fue notoria en todo momento. Desde que los conocí, me di cuenta lo bien que se complementan y la química que hay entre ellos.

Ven los que les digo, ¡es todo un artista! 😉 

¡La fiesta quedó buenísima! Estos colonenses sí que saben parrandear. No importaba lo que les pusieran, la pista estaba llena.

Esta es la clase de fiesta en la que dan ganas de dejar la cámara de lado y ponerse a bailar. Las expresiones tan divertidas y espontáneas de los invitados, hicieron nuestro trabajo mucho más fácil.

Zuly y Ariel, les deseo una hermosa vida juntos y que Dios los bendiga en su unión. Fue un placer poder compartir con ustedes y cubrir su hermosa boda.

Espero que con estas fotos puedan conservar los mejores recuerdos de su día especial.