Imagina esta situación: estás en una Cena de Gala, cantando y tocando con la banda contratada para amenizar el evento, sin saber que en medio de la multitud, hay alguien fascinado con tu talento. De repente te llega una nota que dice que eres una artista muy linda y que le encanta tu música. No sé ustedes pero yo, al igual que Laura, querría conocer al autor de ese cumplido, como en efecto lo hizo.
De esta manera tan romántica, dio inicio la historia de Laura y Víctor. Creo que aquí podemos aplicar lo de TNT que dice “pasa en las películas, pasa en la vida real” .
Era el amanecer del 12 de febrero. El sol aún no salía, por lo que pensaba que tal vez había llegado muy temprano. Cuando entré a la casa de Laura, el ambiente se sentía como si fueran las 5:00 p.m. Todos súper animados y emocionados, porque el gran día había llegado.
Del otro lado se encontraba Víctor, listo para dar este gran paso junto a Laura. Lo que menos pensaba él, era que ella lo iba a sorprender desde antes de verla caminando hacia al altar.
Con un juego de pistas, le dio un regalo de bodas anticipado, que lo dejó totalmente sorprendido.
Desde el momento en que se vieron, las risas, miradas de complicidad y alegría, no los abandonó en todo el día. Esas mismas emociones fueron contagiadas a sus familiares y amigos, quienes nos dieron expresiones de sobra para ser fotografiadas. ¡Que rico trabajar así!
No me imagino el sentimiento y alegría de sus madres, al ver a sus hijos uniendo sus vidas en matrimonio.
El Bar Sixtyfive del Rockefeller Center, fue el lugar perfecto para que Víctor le hiciera la gran pregunta a Laura. Con una espectacular vista del Central Park, la tomó totalmente por sorpresa, a lo que ella le dio el sí que los llevaría esta fecha tan esperada.
Bien dicen que el amor entra por la cocina, pero en este caso fue por el oído. Estos dos amantes de la buena música, encontraron en el otro el complemento ideal para pasar el resto de sus vidas juntos.
Víctor es maratonista y estoy segura que en Laura encontró la mejor fan y animadora del mundo. Ahora irán de la mano juntos en las carreras que les ponga la vida (me puse un poco cursi jeje).
Con sus familiares y amigos más cercanos, celebraron su unión frente a Dios, con un delicioso brunch.
Después de varias risas, abrazos, canto y baile, horas después ya estaban listos para tomar el avión y vivir una nueva aventura en su honeymoon. No está de más repetir que me encantó cómo esta pareja sabía perfectamente lo que quería y lo auténticos que son.
Laura y Víctor, no tienen idea la bonita experiencia que fue para nosotros, poder cubrir su boda. Son una pareja única y diferente, que inspira a tener un amor como el suyo.
Gracias por su confianza y su excelente trato con nosotros. Esperamos que con estas fotos puedan conservar lo felices que estuvieron en este día tan especial y el amor que se tienen. ¡Muchas felicidades !