Muchas veces podemos estar cerca de la persona que será nuestro compañero el resto de nuestras vidas y ni siquiera saberlo. Yisett y Pablo estudiaron juntos en la escuela, pero no fue hasta después de graduarse que Pablo decidió acercarse a Yisett. Fue ahí cuando las visitas a su casa se hicieron más constantes.

Tras varios años de noviazgo decidieron unir sus vidas en matrimonio.

Desde que pude compartir con ambos, el día de la pre-boda, me di cuenta lo enamorados que están y lo cariñosos que son el uno con el otro. Fue muy sencillo fotografiarlos, no dejaron de sonreír en ningún momento.

Cuando llegó el 4 de febrero todos estaban muy emocionados, incluyéndonos, ya que hemos estado en contacto con ellos desde hace ya un año y parecía mentira que el día finalmente había llegado.

Desde que los dos se vieron en la iglesia la expresión en sus caras no mostraba nada más que alegría. La ceremonia quedó muy linda.

No sé si lo he mencionado ya pero… ¡me encantan las bodas en exteriores! El ambiente, la brisa, los colores, los fondos, despiertan mi creatividad muchísimo (o por lo menos eso creo yo jeje). La recepción de la boda fue en Playa Bonita y el clima estuvo espectacular y aprovechamos para tomarles unas fotos separados aprovechando la bella iluminación. Después de eso, los nuevos esposos, bailaron y disfrutaron con sus invitados toda la noche.

Yisett y Pablo, que Dios bendiga esta nueva etapa que comienzan. Fue un placer trabajar con ustedes, son una pareja muy divertida y agradable. Espero que les gusten las fotos tanto como a mi.