Un “pajarito” me contó que esta pareja se conoció twitteando. Que bueno que aquí no tengo límite de 140 caracteres para contar su hermosa historia.
Emma, nerviosa por su sustentación de la universidad, twittiaba acerca de eso y Jacob, siempre pendiente de ellos, le tenía una respuesta graciosa a cada uno para disminuir el estrés.
Tiempo después, el día de conocerse en persona llegó gracias a una reunión de tuiteros. Después de ahí, las conversaciones y salidas, se hicieron cada vez más frecuentes. En un paseo a Bocas del Toro, Jacob le pidió a Emma que fuera su novia y su amor comenzó a crecer cada vez más.
Flash forward, un día Jacob decidió preparar una cena e invitó a Emma y a su familia a cenar. Sin razón alguna decidieron brindar y, al traer las copas, el anillo estaba dentro de la suya. Emma no pudo evitar emocionarse muchísimo. Jacob se arrodilló y le pidió que compartiera el resto de su vida junto a él. Ella encantada aceptó y, según ella, desde ese día se volvió “loca” y empezó a organizar la boda.
A la final valió la pena que se “volviera loca” porque la boda quedó hermosa y ellos la disfrutaron al máximo. No dejaron de sonreír en ningún momento y bailaron hasta más no poder. Esa misma alegría la contagiaron a todos los presentes que hizo de este día uno para nunca olvidar.
2 respuestas
me podrias decir donde la novia compro sus tacones? gracias
Hola Liliann, los compré en Nine West de Multiplaza.