A ella le gustan los gatos, a él los perros. Ella es risueña y alegre mientras que él es más serio y determinado. A él le fascinan los deportes, en cambio, a ella no tanto.
Bien dice el dicho que polos opuestos se atraen y creo que el caso de Catalina y Pablo, siguió la ley de la atracción.
Hace más de 15 años, la vida cruzó sus caminos. Sentados uno al lado del otro, pasaron su vida escolar juntos, pero en aquel entonces nunca se atrajeron, es más, dicen que no se toleraban mucho.
Muchos años más tarde, se volvieron a encontrar. Empezaron a salir y el amor entre ellos fue creciendo poco a poco.
El día de la boda, entre alegrías, nervios y emociones, las sonrisas de ambos estuvieron presente toda la distancia. Se dio el inicio a una nueva familia y todos los presentes celebraron esta unión.
Catalina y Pablo, espero que el amor entre ustedes siga creciendo cada día más y que tengan una hermosa vida juntos. Fue un placer para nosotros poder cubrir su boda y esperamos que las fotos guarden para ustedes este momento tan importante de sus vidas.