Cuando conozco a las parejas que me dan el placer de cubrir sus bodas, siempre me da curiosidad saber cómo llegaron a esta gran decisión y el camino que han recorrido juntos.
En este caso en particular, en la entrada del salón de la fiesta, se podía leer la historia de su relación con los momentos más importante de la misma (así todos podíamos estar al tanto 😉 ). En ese momento me quedé pensando que, resumir más de diez años de una relación (como lo es en el caso de esta pareja), no es tarea fácil.
Verónica y Alfonso llevan compartiendo sus vidas durante mucho tiempo y de seguro han vivido momentos muy especiales y significativos. Aún así, el 18 de junio de 2016, quedaría marcado para la historia de los dos.
Vero y Foncho se conocieron cuando ambos estaban en la universidad y luego surgió el amor entre ambos.
Años después de una bonita relación de los dos, donde luego se volvieron tres (con la compañía de su perrita Luna), Foncho decidió realizar la gran pregunta. Acompañado del sonido del mar, Vero le dio el sí a su compañero de vida.
Ese día, tanto Vero como Foncho, decidieron hacerse unos regalos especiales. Cuando llegó el de Verónica, todas emocionadas fuimos a ver qué contenía la “caja de los cinco sentidos”.
Alfonso se dio a la tarea de darle un regalo para que distrajera cada uno de sus sentidos, con significados muy especiales de todos estos años que han estado juntos.
Con cada uno que abría, recordaba un momento especial y se preocupaba de que el maquillaje fuera a sobrevivir, con toda la emoción que sentía (y ella no era la única).
Lo que me encanta de las bodas es que, a pesar de que son dos personas las que unen sus vidas, la emoción y alegría se transmite a cada uno de sus seres queridos.
Vero sólo hacía mirar a la cámara y salía espectacular.
Del otro lado estaba Alfonso, más que listo para tomar este gran paso en sus vidas. No sólo ellos habían estado esperando su boda, sino todos los que han sido participes de su relación.
Tanto era la ilusión de los invitados, que el hashtag de la boda fue #alfinfonchoyvero
Cuando la planner le comentó a Vero que ya había llegado el taxi para ir a la iglesia, varios miraron con cara de duda, mientras pensaban si habían escuchado bien.
Pues sí, el transporte para su boda fue nada más y nada menos que un taxi británico. Que por cierto me en-can-tó.
Es muy raro lo que voy a decir a continuación, pero es justo y necesario recalcarlo: ¡que misa más divertida!
Hay que ser honestos, a pesar de lo que muchos desearían, las bodas son usualmente muy protocolares y serias. Esto hace que los novios tengan cara de susto la mayoría de las veces.
En el caso de Vero y Foncho, las sonrisas, alegría, emociones y momentos tiernos, fueron los que predominaron esta celebración. Que bonito es celebrar este sacramento tan alegre de esta manera.
¡Oficialmente… mejor dicho, “finalmente” les presento a los esposos Chen Castillo!
No sé si dejé suficientemente claro lo mucho que me gustó este taxi británico. Si por mi era, creo que les hubiera hecho una sesión con él durante una hora.
Esto fue algo que le dio un toque súper diferente y original a su boda, que será inolvidable para todos.
“I see sparks fly whenever you’re around…”
Apenas llegamos a la recepción, las lagrimas de Vero se hicieron presente, al ver todo lo que había soñado hecho realidad (y mucho más).
Como sentimental que soy yo también, me emocionaba demasiado ver lo feliz que estaba (pero no lloré jeje). Eso es lo que más deseo para cada pareja el día de su boda.
Creo que no hay nada más bonito que ver a una pareja, que tiene tanto tiempo junta, como si acabaran de empezar su relación. Los besos, abrazos y detalles, se hicieron presente durante todo el día.
El regalo especial de Vero para Foncho, llegó directo a la recepción, para dibujar una gran sonrisa en su esposo.
A pesar de que su mamá no se encuentra físicamente, ella le mandó hacer una caricatura de ellos dos juntos, frente a la iglesia donde fue su ceremonia. De seguro está muy feliz por la unión de sus hijos y está presente en los corazones de ambos.
Como buenos seguidores de Calle Arriba, no podían dejar por fuera la tan esperada murga. Verónica lucía simplemente espectacular y se movía como toda una reina. Por otro lado, este fanático del Madrid, disfrutaba junto a ella sin parar de bailar.
Verónica y Alfonso, este es el inicio de una nueva aventura en su historia. Dios primero, será una de las más hermosas que podrán venir.
Muchas gracias por su confianza y por su buen trato con nosotros, nos encantó poder capturar cada momento de este día tan especial.