A principios del 2016, recibí una llamada de mi primo desde Estados Unidos, emocionado porque se iba a casar y yo me puse muy feliz por él (y porque había otra boda más en la familia). Me comentaba que tanto él como Stephan, querían que yo cubriera este momento tan especial para ellos. “Prima, es que tu haces bellezas, tienes un ojo de águila…” creo que jamás me habían dado un cumplido así pero así ha sido Daniel desde que estamos pequeños.
Con sus comentarios, divertida personalidad y ocurrencias, siempre que comparto con él (a pesar de que hace varios años vivimos lejos), es como si la distancia no existiera. Me enorgullece ver el hombre caballeroso, cordial y “echao’ pa’ lante” en que se ha convertido. Ahora, junto a Stephan, no tengo dudas que será un increíble esposo porque es indudable lo mucho que la ama y lo recíproco que este sentimiento es para los dos.
Para hacer la gran pregunta, Danny quiso tomar a Stephan totalmente por sorpresa. En un jueves común, le pidió que lo acompañara a comprar un dulce de cumpleaños para nuestra sobrina. Cuando iban en camino, paró el carro en un estacionamiento y le tapó los ojos con una camisa.
Siguió manejando hasta que finalmente llegó a su destino. Con la ayuda de otras personas, la sacaron del carro y la dirigieron a lo que ella pensaba que era otro carro. Cuando finalmente le quita la venda, estaban a punto de despegar en una avioneta. No sé Stephan pero yo hubiera quedado demasiado sorprendida.
Mientras volaban por las playas de Fort Lauderdale hasta las de Miami, en una bolsa de papitas fritas que ella estaba comiendo, Daniel aprovechó para poner la cajita dentro sin que se diera cuenta. Cuando ella la encontró y abrió, vio el anillo que cambió su futuro. Era imposible decir que no a un amor que te lleva hasta las alturas.
A partir de ese momento, comenzaron todos los preparativos, logística de viaje, estadías y grupos de whatsapp para coordinar todo. Todo era fiesta desde mucho antes de tomar el avión. Además de celebrar esta unión, era una ocasión muy especial para compartir todos juntos.
Debo confesar que, apenas llegué al lugar de la boda, quedé encantada. Me sentía parte de una película, el ambiente espectacular y con esos cielos azules que me encantan. ¡Que vivan las bodas de día!
Desde el primer día, Dios se encargó de cruzar el camino de esta pareja, cuando se conocieron en su Iglesia Casa de Poder, hace varios años. Pero fue en el grupo de jóvenes de la iglesia donde realmente comenzaron a compartir.
Creo que mi familia está siempre pendiente de a quién le estoy tomando fotos jeje…
Una conferencia de jóvenes en Daytona Beach fue el comienzo de mensajes de texto que desde se fueron multiplicando rápidamente. Inmediatamente se convirtieron en amigos, compañeros de trabajo, novios y finalmente, esposos.
No es porque sean familia mía, pero que modelos resultaron ser. En conjunto con el hermoso atardecer, los paisajes y la felicidad de todos, me sentía muy inspirada tomando estas fotos (y eso que estaba en vestido y plataformas jeje).
“Lo que más me gusta de Danny son sus ojos y la manera que me ha mirado desde que nos conocimos. Me gusta su sentido de humor, su interés de aprender de todo y todos, su sincero amor y cuidado de su familia y de aquellos cercanos a él, su motivación en cada día y, sobretodo, como cada día hace cualquier cosa para hacerme más feliz que el día anterior.” -Stephan
“Me gusta que Stephan es una mujer que le teme a Dios. Tiene valores claros de la vida. Sabe cuando es tiempo de fiesta y descanso y cuando es tiempo de trabajo. No le tiene miedo a la vida y finalmente sabe cómo relajarme cuando el estrés no da más.” – Daniel
Las sorpresas no pararon en ningún momento, ya que Daniel le cantó a Stephan y luego tenían preparado un show de fuegos artificiales.
Además, como si fuera poco, también estuvo presente una banda independiente. Bien dice el dicho que si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña. Esta boda tuvo toques tanto panameños como venezolanos, a pesar de estar tan lejos de nuestros países.
“Y se formó la gozadera…Miami me lo confirmó”
Stephan y Daniel, estoy muy feliz por este gran paso que han dado en sus vidas. Son tal para cual y me encanta haber formado parte (y disfrutado también), de este momento tan importante para ustedes y todos los que los queremos. Que Dios siempre esté presente en su relación y sea el guía en cada paso que dan. ¡Los quiero mucho!
Un comentario
Me encanta leer tus blogs Liz. Cada vez que me llega un correo diciendo qué has publicado algo nuevo, me emociono. Definitivamente qué en medio de todo lo qué pasa en este mundo hay personas qué todavia creen en el amor y en el romanticismo. Aveces hasta lloro leyendo.