Natalia y Ozzy (como lo conocen sus seres queridos), se volvieron inseparables desde el día que se conocieron. Fue como si todo estuviese planeado para qué hace 10 años su amor se empezara a escribir aquella noche de concierto y fiesta entre amigos.
Natalia me cuenta que de las cosas que más le gustan de Ozzy, su paciencia y nobleza están en el top 3, pero que sin duda su risa se lleva el primer lugar.
Y es que se nota como se complementan el uno al otro y como disfrutan de su compañía en todo momento.
Para Natalia y Ozzy, todos los momentos de su celebración fueron especiales.
El hecho de que viajaran desde Estados Unidos, junto con muchos de sus invitados, para celebrar su boda en Panamá, hizo que cada minuto fuera una aventura de las más memorables.
Después de una ceremonia bastante emotiva, lágrimas de felicidad y risas de emoción, la rumba hizo que todos celebraran a lo grande esta bella unión.
Gracias, chicos, por confiar en mi trabajo y permitirme capturar su día especial.
Les deseo un gran amor para toda la vida.
¡Muchas felicidades!