Desde que me reuní por primera vez con Kellen y Alexander, sabía que su boda iba a ser muy divertida, pero creo que mis ideas se quedaron cortas para el rumbón que fue.

Y es que una pareja tan alegre como ellos, solo pueden atraer personas con la misma energía a sus vidas. Solo hicimos llegar a las habitaciones para cubrir el arreglo de ambos y ya la fiesta había empezado en cada cuarto.

Todos se preparaban para este momento tan especial. Tomaban fotos por todas partes, bailaban al ritmo de la música que había de ambiente y se notaba que estaban dispuestos a pasarla bien desde el primer minuto de esta celebración.

Cuando llegó el momento de caminar al altar y verse los dos por primera vez, los nervios y emoción de ambos se dejaron ver a flor de piel y contagió a todos los presentes.

A partir de ese momento todo parecía de película: estrellitas al salir de la iglesia, eran acompañadas por un mariachi que les cantaba a los recién casados, mientras se disponían a salir en un coche antiguo con destino a la recepción.

Murga, tamborito, conjunto típico y artistas, también tuvieron lugar en la celebración de Kellen y Alexander; lo cual hacía que cerrarán con broche de oro este día que habían planificado con tanto entusiasmo.

Quiero desearles que esta nueva etapa que inician esté lleno de momentos tan hermosos como este. ¡Que Dios bendiga su unión!