Hay bodas que te dejan con una sonrisa que dura días… y la de ustedes fue una de esas. Desde aquel primer Super Bowl en el que coincidieron sin imaginar que ese encuentro casual sería el inicio de algo tan hermoso. Al conocerlos, supe que este día iba a ser especial.
No solo por todo el cariño que se tienen, sino por la forma tan genuina en que se miran y se acompañan. Cada detalle, cada gesto, hablaba de quiénes son como pareja… muy auténticos y con una conexión que se nota sin tener que explicarla.
Verlos vivir su boda fue hermoso. Carla, con esa energía que hace que todo fluya y se sienta ligero. Félix, con esa calma que sostiene y equilibra. Juntos logran algo único.
Durante el día hubo risas, miradas cómplices y momentos pequeños que lo dijeron todo. Mientras hacía las fotos, pensaba en lo lindo que es cuando dos personas se encuentran y deciden seguir creciendo de la mano, con la misma naturalidad con la que empezó todo.
Gracias Carla y Félix por confiar en mí para guardar estos recuerdos. Me quedo con la alegría y emoción de cada minuto que compartimos.



























