He tenido varias parejas cuyos destinos se han unido desde que estaban bien pequeños. Esta es una de esas.
Lizzy y Nico se conocieron en la escuela. Él la vio a ella por primera vez en tercer grado (sí, ¡tercer grado!), la veía en los recreos en un salón de educación para el hogar y ella ni enterada. Muchos años pasaron y no fue hasta 4to año de secundaria que realmente se conocieron.
Después de graduarse su historia de amor comenzó. Nicholas la invitó a cenar a un restaurante y, para sorprenderla, lleno de velas y rosas el salón. Todos los mesoneros pensaron que le pediría matrimonio (yo también lo hubiera pensado) pero era para pedirle que fuera su novia y ella muy emocionada le dijo que sí.
La propuesta de matrimonio, fue un poco diferente pero igual de romántica. Acompañados de un bello atardecer, vinos y quesos, en las tierras de Pedasí, Nico se armó de valor y le expresó su deseo de compartir con ella el resto de su vida.
Son pocas las veces que vemos un novio igual de entusiasmado que la novia, por la preparación de la boda. El gusto de Nico por la fotografía hizo que se lucieran en los detalles que utilizaron en la sesión pre-boda.
Nos fuimos hasta Altos del María con un clima espectacular y un ambiente de ensueño. En medio de un picnic al estilo vintage, nos inspiramos tomando fotos y todos los presentes disfrutamos muchísimo esa sesión.
La boda quedó preciosa y sobretodo muy personalizada. Todos los invitados estaban muy emocionados y disfrutaron al máximo esta nueva unión. En lo personal me emocioné tanto con el tema de la boda que no pude evitar arreglarme al estilo vintage también.
Lizzy y Nico, me encantó trabajar con ustedes. Además de ser súper creativos, organizados y detallitas, son una hermosa pareja que irradia y contagia felicidad a todos los que los rodean. Este es el inicio de un nuevo capítulo en sus vidas, espero que su historia siga siendo tan lindo como lo ha sido hasta ahora y que Dios bendiga su unión.