Aún recuerdo recuerdo la noche en que me reuní con Karys y su mamá, por primera vez, para comentarme todos los planes de la boda. Me sentía en confianza con ellas como si las conociera de antes.

De por sí ya estaba emocionada desde el momento en que Karys me dijo que la boda era de día, en Gamboa.  Como muchos ya sabrán, las bodas de día son mis favoritas y lastimosamente en Panamá son la minoría (a diferencia de muchos países). Creo que tendré que hacer una campaña para promover las bodas de día (jeje).

El día de la boda nos hizo un clima precioso. Desde que llegué a la habitación no hubo momento en que no viera a Karys sonriendo. Mientras se arreglaba me comentaba que Matthew y ella se conocieron en un festival de música en New York cuando ella fue a estudiar a Estados Unidos. A pesar de que al principio no se frecuentaban mucho, por los estudios de Karys, luego esto cambió.

Los papás de Matthew se dieron cuenta lo especial que era Karys para él cuando la invitó a la casa para que la conocieran. Antes de eso nunca lo había hecho con ninguna otra chica.

Volviendo al día de la boda, me encantó la ceremonia y todos los símbolos que realizaron en ella. Tenían significados muy lindos.

Cuando vi a las mamás de ambos llorando emocionadas, por la unión de sus hijos, no pude evitar pensar en mi mamá de la misma manera cuando nos toque casarnos a mi hermana o a mi (¿no les había dicho que esto es de familia?).

Entre bellos discursos, canciones, videos y mucho amor, por parte de sus familiares y amigos, Karys y Matthew, disfrutaron su día especial.

Karys and Matthew, my wish for you is that you feel this happy always and forever. May all your dreams come true together. Hope you like the pictures as much as I do.