Podemos ver la vida de diferentes maneras y con muchas analogías. En este caso quisiera compararla con un rompecabezas donde, cada momento que vivimos, es una pieza más del mismo y este se va agrandando con el pasar del tiempo.

Este fue el regalo que recibió Jennifer el 8 de diciembre, dónde le tocó armar un rompecabezas formado por fotos de ella y Arcelio, dónde se veían recuerdos muy especiales para ambos.

Ella muy feliz comenzó a armarlo, pensando que se trataba de un detalle para celebrar los seis meses que llevaban juntos en ese momento.

Lo que menos ella esperaba era que su sobrinita llegara con una última y la más importante pieza del rompecabezas  que decía “¿Te quieres casar conmigo?”.

Quedó tan en shock que sólo procedió a abrazarlo y su mamá fue la que respondo “¡Sí, hija!” (¡que bueno tener la aprobación de la suegra! 😉 ).

Entre risas nerviosas y abrazos, Arce le puso el anillo. Nos cuenta que ella aún le molesta un poco el hecho de que no verbalizó el “sí” en ese momento, pero sabe que aunque no lo dijo, por dentro sabía perfectamente que con él es con quien quiere pasar el resto de su vida.

Lo que más enamoró a Jennifer de Arcelio fue que en una de sus primeras conversaciones, de una manera muy sincera y humilde, mencionó que la clave en una relación es tener a Dios en el medio.

Desde ese momento se vio muy interesada en ese chico que le fascina la música, el cine y hacer ejercicio.  Él de su lado se fue enamorando cada día más de la muchacha fanática de los postres, que le fascina compartir con su familia y celebrar los cumpleaños de cada ser querido, como lo es Jennifer.

Echando el tiempo atrás, cuando menos esperaban, sus caminos se cruzaron gracias a Facebook y a una amiga que ambos tenían en común. Jennifer fue taggeada en una foto de ella y Arcelio, le pidió un friend request a raíz de esto.

Ella no lo aceptó inmediatamente y le pidió referencias a su prima (la amiga en común) y su tía. Ellas le hablaron maravillas de él y lo aceptó, sin saber que estaba aceptando a quien se convertiría en el amor de su vida.

Poco a poco se fueron conociendo y la química era prácticamente explosiva. No podían esperar el momento para verse, estar juntos y compartir cada momento a su lado. Estaban destinados a estar juntos.

Una de mis partes favoritas de las bodas es cuando llegan los niños de la corte.  Nunca se sabe lo que podrá pasar.

En el caso de esta niña de las flores, la mamá sacó unos pétalos para enseñarle a tirarlos, a lo que ella paró y empezó a recogerlas. Fue un momento muy tierno y gracioso a la vez.

La felicidad de verse finalmente, justo antes de dar el sí ante Dios y sus seres queridos, era inigualable y sobretodo genuina.

“De Jenn me gusta mucho su forma de ser. Trasmite mucho positivismo, se esfuerza y busca siempre la forma que todo esté bien. Me gusta su sonrisa, su cabello y sus ojos me encantan. Su sencillez me enamora cada día. Es divertida y tierna. Siempre me saca una sonrisa. Es única y la adoro.” – Arcelio

¡Oficialmente Sr. y Sra. Hernandez!

“Arcelio integra muchas cualidades que me encantan: tiene a Dios siempre presente, le gustan los niños, es muy familiar, trabajador, sencillo, paciente, conversador, divertido y muy positivo.” – Jennifer

I “pinky promise” to love you forever!

La entrada de esta pareja fue bastante diferente y especial. Con todo lo que me han contado, se nota que Arcelio es muy detallista y, en el día de su boda, no podía ser la excepción.

Por esta razón,  decidió sorprender a Jennifer cantándole “Llegaste tú”, mientras ella entraba al salón. La voz se le cortaba en ciertas partes por la emoción, lo cual hizo que todo su “público” lo animara y aplaudiera emocionados.

Esta pareja quiso hacer su hora loca al estilo típico, por lo cual no pudieron pasar las cuatarras para ellos y varios de sus invitados, al igual que los topsitos de polleras para las mujeres. 

Jennifer y Arce, espero que su rompecabezas cada día se vaya llenando de piezas nuevas, que representen hermosos momentos en su vida como esposos.

Como ustedes bien saben, Dios unió sus vidas y así los mantendrá por el resto de sus días, si lo tienen a Él presente en su relación. ¡Muchas felicidades!