No tienes idea lo difícil que me fue escoger mi top de esta boda. Con tantas risas, emociones y momentos especiales; hizo que esta tarea no fuera nada fácil.
Alejandra y Kevin hacen una pareja tan bella y con tanta química (que se nota a leguas), que es un placer poder fotografiarlos.
Ambos estudiaron en la misma escuela, pero no fue hasta el último año donde empezaron a hablar. Participaron en un drama juntos y, cuando se dieron cuenta de que vivían cerca, comenzaron a acompañarse de regreso a casa.
No pasó mucho tiempo para darse cuenta que habían encontrado a su pareja ideal y, desde entonces, decidieron protagonizar la obra de sus vidas.
Finalmente llegó uno de los momentos cumbres de la obra y que muchos espectadores estaban esperando: el día de su boda.
No solo ellos estaban muy felices, sino todos sus familiares y amigos. Las lágrimas de felicidad no se hicieron faltar y, como soy igual de sentimental, me emocioné más de una vez detrás de cámaras.
Tuvieron tantos detalles personalizados, que harán que esta boda no sea fácil de olvidar. Medias con las caras de cada uno de los caballeros, champaña volando por todas partes, una pared de donas que tuve que custodiar para que no se acabara antes de las fotos y caballeros como “niños de las flores”, son tan solo algunas de las cosas que llamaron la atención de todos.
Bodas como esta me hacen recordar lo afortunada que soy de tener un trabajo como este y la bendición que es trabajar para una pareja tan alegre, divertida y enamorada como ellos.
Ale y Kevin: deseo que Dios bendiga su unión, que su amor crezca cada día más y que todos los días sean sábados para ustedes. ¡Muchas felicidades!
P.D: Edité estas fotos escuchando las canciones de Camilo. Siempre que lo oiga me recordará a ustedes.
