A veces vamos por la vida en modo automático, cumpliendo con todos nuestros deberes y tratando de alcanzar objetivos, que no hacemos pausa para evaluar cómo estamos.
Por esta razón, antes de seguir leyendo, quisiera que respondieras esa pregunta tan sencilla, pero poderosa: ¿cómo estás?
…
¿Listo? ¿Ya la respondiste con sinceridad?
Perfecto.
…
Por mi lado, quiero decirte que estoy bien, un poquito cansada porque he tenido muchas sesiones estos días (por las que estoy muy agradecida), pero en general hoy me encuentro muy bien.
Aunque no se haya notado en lo absoluto, hace un par de meses pasé por una situación que me hizo terminar en urgencias.
Notaba que me faltaba el aire a cada rato, mi corazón estaba acelerado y me sentía nerviosa sin motivo aparente.
No te quiero abrumar con los detalles de la historia (lo explico todo en el podcast, así que te invito a escucharlo), pero sí te quiero dejar lo que esta historia me ha enseñado:
A pesar de que muchos estamos acostumbrados a relacionar el estar ocupados a más no poder, como algo positivo, JAMÁS debemos adoptar el agotamiento como un medidor de éxito.
Nuestra salud física y mental debe estar siempre por delante del negocio. Si nosotros no estamos bien, el negocio tampoco lo estará.
Quiero que mi episodio de esta semana sirva para recordarte que todos los fotógrafos y emprendedores tenemos que tomarnos nuestra salud muy en serio.
Espero que, a través de mi experiencia, tomes las medidas para evitar que te pase algo similar. ¡Confío en ti!