Tengo tantas cosas podría decir de esta pareja, que no sé por dónde empezar.

¿Tal vez por el hecho de que Twitter hizo que sus vidas se conectaran? ¿Que conozco a Alexander desde que tengo 15 años? ¿Puede ser el hecho de que no sé cómo Vanessa hace para aguantar día a día la energía explosiva de mi amigo?

Sin importar el inicio, el final de esta historia será igual: Vanessa y Alexander están hechos el uno para el otro.

Como empecé a fotografiar bodas tan joven, siempre pensaba cómo sería capturar las bodas de mis amigos y lo bien que la pasaríamos en esas fiestas, pero no tenía idea de las increíbles personas que elegirían como compañeros de vida.

En un pestañeo pasaron 12 años y ahí estaba yo, conteniendo las lágrimas al lado de Alexander, mientras le tomaba fotos frente al altar.

Polos opuestos

Él lloraba de emoción, mientras veía al amor de su vida caminar hacia él. Finalmente había llegado el día que tanto habíamos esperado, después de 9 años y un día (como podrás leer en la foto de su tweet).

Los que tienen la dicha de conocer a esta pareja, saben a la perfección que son polos opuestos que han logrado conectar de una manera increíble y complementarse en todos los aspectos. Son como las piezas de un rompecabezas que estaba destinado a unirse.

Alexander es energía al 1000%, pero Vanessa le brinda el equilibrio que él necesita para no explotar de emoción. Creo que las fotos reflejan lo feliz que se hacen el uno al otro y el amor que se tienen.

De tan solo imaginarnos viendo estas fotos juntos, dentro de unos 50 años o más, se me viene una sonrisa a la cara por todos los buenos momentos que aún estamos por vivir.

¡¡¡Muchísimas felicidades!!! ¡Los quiero mucho!