Amaneció el 7 de febrero con el clima de verano que tanto habíamos pedido. Sólo esperábamos que así mismo estuviera en El Valle de Antón, donde sería la boda que cubriríamos ese día.
Salimos temprano para empezar a tiempo la cobertura del arreglo, de los protagonistas de esta celebración, Mónica y Villo.
En lo personal me encontraba muy emocionada por tratarse de una boda de día. A pesar de lo heeermosas que son, su iluminación y ese toque de película que tienen, no son muy frecuentes en Panamá (futuras novias, consideren casarse de día y me llaman 😉 ).
A medida que se acercaba el momento de vestirse, la emoción de Mónica se hizo notar. Las lágrimas no tardaron en salir y los sentimientos estaban a flor de piel.
Para alguien tan llorona como yo, no fue nada fácil contenerme, pero milagrosamente lo logré. No importa cuantas veces viva estos momentos, siempre son muy especiales y emotivos.
Hemos tenido muchos “photobombs” en bodas, pero ninguno tan talentoso como este. Este motociclista quiso formar parte de los recuerdos de esta celebración, que no dudó en posar mientras iba manejando.
Villo se detuvo camino al altar, para saludar a su abuelo, entre lágrimas y emoción. Este momento me llegó al corazón y de seguro también tocó a todos los que lo presenciaron.
Sin dudas, esta es una de las razones por las que amo mi trabajo.
Mónica y Villo se conocieron por medio de un amigo en común en un restaurante.
Después de ser novios por un tiempo, Villo ya sabía que Mónica era la mujer con la que deseaba pasar el resto de sus días.
Planearon un viaje a New York y Mónica ya presentía lo que iba a suceder. Lo bueno fue que Villo esperó hasta el último día del viaje (casi dos semanas después) para pedirle la mano en Central Park, que para entonces ya se le había pasado la idea y logró sorprenderla.
Entre los hermosos paisajes, el fresco clima, la celebración al aire libre, los invitados súper alegres y una pareja muy enamorada, prácticamente estaba cubriendo mi boda soñada. Mónica y Villo, no se sorprendan si en un futuro cuando me case, tome algunas ideas de su boda. 😉
Uno de los momentos más mágicos de la celebración, fue el despliegue de volcanes y fuegos artificiales acompañados de la canción “Llegaste tú” que es una de mis favoritas.
Para cerrar la fiesta con broche de oro, todos los invitados pudieron recargar baterías en la fonda “Chibiri Chibiri” y varios hasta tuvieron el lujo de ser atendidos por los nuevos esposos.
Mónica y Villo, no es usual que diga esto, pero su boda tuvo un “je ne sais quoi” que encantó a todo el equipo y ya lo saben perfectamente. Fue un honor poder ser parte de la unión de una pareja tan bella como ustedes.
Les deseo una hermosa vida juntos y que Dios bendiga ese amor que tanto se tienen.
6 respuestas
Gracias por todo Lizzie!!! fue un placer tenerte como nuestra fotògrafa!!!!
Gracias a ustedes Monica por la confianza! ¡Todo quedó hermoso!
Como te comenté el día de la boda, sigo tu blog desde hace tiempo y me encantó cuando supe que serías la fotógrafa de mi primita Mónica y Villo. Fue un placer verte trabajar y ahora ver esta belleza de fotos. Divinas!!
Fue un placer conocerte Julia! En verdad mil gracias por seguir mi trabajo, lo aprecio muchísimo.
Quedo a la orden cuando necesites de nuestros servicios 😉
La felicito por su reseña y profesionalismo, Villo es mi sobrino mayor y a travéz de las fotos he podido ver en la distancia y no lo niego con cierta nostalgia la boda de éste gran muchacho del cual hace nada estuve en la de sus papis en Atalaya y me regocijé con su natalicio un 11 de febrero. Gracias por dejarme compartir éstas hermosas vivencias de una unión bendecida por Dios y la cuál espero sea por muchísimos años. Un abrazo para ambos y los mejores deseos de dicha y prosperidad.
Hola Sra. Ivonne, me alegra mucho que haya podido ver un resumen de lo ocurrido en la boda de su sobrino y, en cierta forma, vivirlo junto a él. Le agradezco mucho su comentario. Saludos!